(porque las manos aún responden,
aunque los shunts arterio-venosos funcionen como un motor de piedra)
y le llegan noticias frescas a través del interné.
Existe una Sociedad de Collages en Madrid y ¡esta viva!
Y para ir abriendo boca, el sábado día 1 de Febrero
presentan fanzine en El Molar de la capital ¡que más quieres!
De pronto, se enciende el piloto de mis recuerdos
y despega hacía el cielo de los cortaypega.
Recuerdo como con catorce años recortaba las revistas de la abuela
para no llorar por mis padres, para hacer collages de lo que no podía hablar.
Recuerdo la excitación en la carrera al descubrir a los dadás
que también hacían collages, entre ellos, una mujer, claro que sí,
Hannah Hoch, artista plástica defensora del amor lésbico olvidada.
(Otra de las no nombradas)
Recuerdo los fanzines llegados de Graná,
creados por las elefantas rosas de aquí y allá
y los collages de Carmencita, mi Carmen cuando amó la soledad.
La vida es azar.
Azar de una Raza que compra en Zara.
Jugar.
Jugar con las palabras
y las imágenes sin pensar.
La vida es un collage
que con el tiempo
cada recorte, grita su verdad.
Recuerdo que te amaba.
¿Te animas a cortar y pegar?
pegar, para construir... sin re.
ResponderEliminarcon cimientos nuevos, claro que sí! ;)
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