Las granizadas de este mes
cuyo nombre prefiero ni nombrar
estan arrasando con todo
como las cosechadoras lo hacen con
los campos de cebada.
Y quedan los fardos de paja
calados
más pesados que nunca
sobre la tierra mojada.
Huele a verano trasnochado.
Aun así, regresarán las noches de verbena
aunque la reina ya no baile tanto.
Las granizadas de este mes
limpian los tejados,
a ver si de una vez por todas
desatascan lo atascado.